Con la pérdida progresiva de los tejidos de relleno naturales de la cara, aparecen los primeros excedentes de piel y los tejidos descienden, apareciendo surcos como el suborbitario, nasogeniano y líneas de marioneta (que parten de las comisuras de la boca y caen verticalmente hacia el borde inferior del mentón).
La regeneración facial trata el envejecimiento con agentes inyectables (hialurónico, hidroxiapatita cálcica, policaprolactona...) mínimamente invasivos y biocompatibles.
Con estos tratamientos logramos minimizar surcos, arrugas y depresiones, estimulamos el colágeno propio y redensificamos y reafirmamos la cara (contorno, pómulos, cuello...)
Entre los rellenos faciales más conocidos y más usados se encuentran aquellos que contienen ácido hialurónico. Este ácido es un polisacárido que está presente en los tejidos conectivos humanos incluida la piel, que es un componente elástico principal de ésta, que contiene agua (99,5%), y que juega un papel importante en la formación de colágeno estable y en la organización de la matriz extracelular.
Características importantes: